Un mal día
Uno de tantos que he tenido Este último sábado fue de los días malos. Cada vez tengo menos días de este tipo, pero cuando me da, lo hace fuerte. Había quedado con unos amigos para ir al río. Son de estos amigos que siempre llegan tarde y lo sabes, y ya ni te molesta porque son así. En lugar de quedar con ellos en algún sitio donde lo único que puedas hacer es esperarles, ya directamente empiezas tú sólo con el plan y que vayan llegando cuando buenamente les apetezca. Aún así les dije que me avisaran con tiempo si preveían tardanza, porque ellos viven al lado del río pero yo me tengo que levantar de dos a tres horas antes, y no me apetece ni mierda madrugar en sábado para nada. ¿Y qué pasó? pues que el primer mensaje que me encuentro nada más despertar es de ellos diciendo que llegan tarde. Estaba totalmente justificado, o al menos la excusa era creíble, pero a mi me sentó como el culo. A partir de ahí ya todo me molestaba: sacando al perro se portó mal (no mucho peor de lo habitual), n...